No deja de sorprenderme la forma en que la interpretación de una carta natal florece con la conversación biográfica. Como estudiante (eterna) de astrología, siempre me ha incomodado muchísimo este papel que se nos presupone de tener que "saber" sobre la vida del consultante. De hecho, la astrología no va de eso. Como recientemente estrenada en la profesión, me fascina comprobar una y otra vez que lo que comienza como una interpretación teórica termina por convertirse en algo infinitamente más vivo, completo y con muchísimo más sentido si nos ocupamos de dar espacio a quién es que viene a nuestra consulta. He comenzado a comprender con mis entrañas que la escucha y la conversación biográfica son imprescindibles en una lectura de carta significativa.
Esto, por supuesto, no es nuevo. Es algo que se lo he escuchado decir últimamente a varios astrólogos de referencia para mí, como son Silvia Neira, Andrés Zaragoza o Aleix Mercadé: el último acaba de publicar un artículo al respecto que podéis descargar aquí; o ver su conferencia en el 37º Congreso Ibérico de Astrología pinchando aquí. A los dos primeros se lo he escuchado directamente como alumna. De hecho, éste fue uno de los aspectos que más me fascinó de las clases de Silvia Neira: todo elemento astrológico tiene siempre una gran historia detrás que no solo ilustra sino que enriquece, aterriza y retroalimenta el símbolo astrológico en un maravilloso baile entre arquetipo y realidad.
A qué me refiero con conversación biográfica es también otro melón que podríamos abrir. No se trata de dejarle dar rienda suelta al consultante en un infinito enredo sobre lo que cree de sí mismo. Esto sería contraproducente, ya que dejaría poco espacio para hablarle sobre lo que la carta natal pudiera tener de información nueva para él.
Sin embargo, siento que hay varios momentos de la consulta - o previos a ella- donde es necesaria esta conversación: en un principio, tener idea de en qué momento vital se encuentra, cuáles son sus grandes temas, dolores, anhelos y ambiciones de vida otorgan muchísimo sentido a toda interpretación astrológica. Obviamente, también es necesaria para comprobar qué lugares en carta se pueden encontrar en sombra o más lejos de su conciencia. Más adelante, según la consulta se va sucediendo, hay elementos de más tensión por los que es muy enriquecedor preguntar: la creatividad que la vida tiene a la hora de plasmar un símbolo es asombrosa. Y, otra vez, solo a través de la escucha podemos comprender el grado de integración de un potencial aprendizaje que la persona presenta.
Como la archifamosa frase entre astrólogos reza: "Una cosa es el mapa y otra el terreno." La escucha y la conversación siento que son imprescindibles para trazar una correspondencia entre ambas llena de significado, sentido y profundidad.
Comentarios