Nosce te ipsum, la famosa cita visible antes de entrar en el Templo de Apolo en Delfos ya recordaba a los mortales sobre la necesidad de: Conócete a tí mismo.
Mucha gente me pregunta:
¿Para qué sirve la Astrología? ¿Qué podemos obtener de ella?
Mi breve respuesta suele ser que es la herramienta de autoconocimiento más poderosa que conozco. Sin embargo, no quiero llevar a malentendidos. Hoy quiero cuestionar qué significa la palabra autoconocimiento y desmitificar cualquier atisbo de fórmula mágica y soluciones rápidas que hayas podido ver atribuída a la astrología -o cualquier otra herramienta de desarrollo humano.
Dentro de una carta natal hay muchísimos tipos y capas de información. Muchos astrólogos lo definen diciendo que tenemos muchas subpersonalidades a las que hay que dar cabida, aceptar e integrar. Un concepto importantísimo que la Psicología nos enseña es el de Luz y Sombra: hay partes de nosotros mismos con las que nos identificamos - no necesariamente siempre con las que juzgamos como más "positivas" o "negativas" -, y otros aspectos que no alcanzamos a ver por estar enterrados bajo mil llaves en nuestro inconsciente. Es común, además, encontrarnos, por destino, con personas que encarnan estas características que no podemos reconocer en nosotros para así poder acercarnos a ellas y trabajarlas: el famoso espejo de las relaciones. Un aspecto importante del autoconocimiento donde la Astrología nos puede arrojar muchísima luz es precisamente a reconciliarnos con estos aspectos menos reconocidos dentro de nosotros mismos.
¿Qué más significa entonces autoconocimiento? Yo diría que llevar luz a TODO lo que somos. En una primera instancia, a todo aquello que no solemos ver en nosotros mismos, tal como hemos explicado arriba. Pero todo lo que somos engloba muchas cosas, no solo subpersonalidades.
Yo creo en la esencia espiritual del ser humano: hay una parte de nosotros más sabia y elevada que busca evolucionar a través del trabajo en la tierra. En este sentido, somos mucho más que "diferentes personajes internos"; somos esencia divina con enorme potencial creador. Y en este viaje que es la vida llegamos con unas características propias como herramientas para caminar nuestro potencial creativo.
Aquí es donde la Astrología nos puede seguir ayudando: ¿qué talentos y habilidades son innatos en mí? ¿Qué tendencias emocionales tengo? ¿Qué propósitos más elevados trae mi alma? ¿Cómo es el viaje desde mi necesidad de seguridad emocional hasta el deseo de individuación y expresion creativa? ¿Qué retos emocionales, mentales y espirituales me propone la vida superar? ¿Cómo estimulan mis vínculos con otras personas estas tendencias y retos? ¿Qué actividades traen gozo y sentido a mi existencia? ¿De qué manera me relaciono con familia, iguales, parejas y grupos? ¿Qué tipo de hombres / mujeres me gustan y por qué?
La cantidad de capas de información que la Astrología ofrece es tan extensa que a veces siento que puede ser infinita. Esto me lleva a la segunda cuestión que quería abordar: cualquier proceso de autoconocimiento es lento y va sucediéndose a lo largo de toda la vida. La astróloga Silvia Neira suele decir que podríamos escribir un libro entero acerca de cada uno de los aspectos importantes (líneas de colores) dentro de nuestra carta natal. Además, comprender elementos astrológicos de tu carta no significa hacer el camino de integrar esa información. Por lo tanto, y aunque pueda parecer obvio, la astrología tampoco es la solución mágica a tus retos. Pero te aseguro que en mis propias búsquedas no he encontrado jamás ninguna otra herramienta que atine tanto con lo que me pasa a mí por dentro.
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