Hay muchísima confusión con la extendida y equivocada idea de que la Astrología es un arte adivinatoria. Es necesario aclarar que los que nos dedicamos a ella no somos la Bruja Lola. Nada más lejos de la realidad.
Si bien es cierto que el mapa natal puede dar muchísima información acerca de toda la energía potencial que ese individuo podría llegar a desplegar en la vida, cuánta de esa información y la forma concreta que la energía tome en la realidad están lejos de quedar claros para el astrólogo sin antes conocer a la persona.
Para comenzar, y por poner un ejemplo muy simplón, una combinación de símbolos, como por ejemplo la Luna en Cáncer, podría verse evocada en diferentes arquetipos como el de La Madre Cariñosa, La Cueva Protectora o un Útero-Refugio. Cada uno de esos arquetipos, además, puede manifestarse de maneras muy variadas según la persona, otros aspectos en carta y sus circunstancias socio-culturales.
No sólo eso, como ya mencioné en la entrada anterior, esta energía (de la Luna en Cáncer, por seguir con el ejemplo) puede incluso estar completamente fuera de la conciencia de la persona, quizá por identificarse con otros núcleos de la carta y provocando que atribuya esta energía -blandita y de cuidado- a otras personas en su vida.
¿Si no es "adivinatoria", de qué va esto de la Astrología entonces? Mirando el mapa natal podemos extraer mucha información acerca de todos los "temas" o núcleos energéticos presentes en carta, si van en una misma dirección, si se contradicen entre sí, si hay puentes entre ellos que animen a la persona a buscar un lugar común entre ellas, etc. Teniendo en cuenta toda esa información, creamos hipótesis sobre cómo puede que se manifieste todo esto en su mundo emocional y mental, en sus tendencias profesionales y vinculares etc.
Sin embargo, toda la carta florece y cobra vida cuando conocemos y hablamos con la persona. Al igual que la relación entre mapa y territorio, la interpretación de la carta natal se vuelve rica y muchísimo más significativa en la interacción con la realidad. Así que, si te decides a consultar con un astrólogo, ¡no tengas recelo a contar sobre ti! De eso hablaremos más en la próxima entrada.
¡Feliz verano!
Comments